La televisión me ha robado mi infancia: puede parecer fuerte, pero es así. De niña pasaba horas y horas “tragándome” todo lo que ponían. Ya más mayor me ha robado horas de sueño, viendo películas y series hasta altas horas de la noche. Después cada vez la veía menos, pero entonces tuve una hija y ella empezó a verla… así que decidí vender mi televisor. No conozco a nadie que no tenga televisor y que lo eche en falta; mi hija enseguida se adaptó, más pronto de lo que hubiera imaginado.
Estos son algunos motivos por los que no veo la televisión:
Tabla de contenidos
1. Es una pérdida de tiempo
Cualquier cosa que haga en lugar de quedarme embobada frente al televisor me parece más provechosa. Un televidente promedio puede pasar una media de 4 horas al día viendo la televisión. Me parece un despilfarro de tiempo. En esas 4 horas se pueden hacer otras cosas mucho más interesantes:
- Leer libros
- Jugar con tus hijos
- Hablar con tu pareja
- Disfrutar del aire libre
- Visitar amigos
- Aprender algo (por ejemplo, inglés)
- Hacer algo que te acerque a tus objetivos
- Hacer el amor
- Pasear
- Pasar tiempo con tu madre
- Hacer deporte
- Cocinar algo rico
- Hacer algo creativo
- Meditar
- Dormir
- Leer blogs interesantes (;-P)…
2. El contenido no es interesante
Vale, es cierto, ahora podemos elegir entre más de 200 canales, pero seguro que te ha pasado que después de zappear viendo canal por canal no has encontrado nada que te interese. Todos tienen prácticamente lo mismo: realty shows, series viejas repetidas hasta la saciedad, noticias asesinas… Y cuando encuentras algo que sí te interesa, una película o un programa cultural, resulta que ya lleva media hora.
Sé qué puedo encontrar por otros medios un documental, película o serie que me gusta y verlos cuando me apetezca sin publicidad sin necesidad de tener televisor.
3. Incita al consumismo
Televisión es publicidad, publicidad y más publicidad. Algunos canales infantiles son verdaderos lavados de celebro. ¿Alguna vez has sentido que cierta marca de detergente para la lavadora era mejor sin haberlo probado nunca? ¿Te pide tu hijo un juguete carísimo que no ha visto a ninguno de sus amigos? Sin que nos demos cuenta la televisión puede afectar a nuestros hábitos de consumo. Y eso nos hace un poquito menos libres; no, gracias.
4. Es muy negativa
Dicen que la televisión es una ventana al mundo, y resulta que está llena de catástrofes, asesinatos, corrupción, odio, llantos, peligros… Dan ganas de cortarse las venas. Mira a tu alrededor: seguro que las personas más negativas que conoces ven mucho la televisión.
Yo creo que el mundo es mucho más de lo que sale en televisión; mi mundo está lleno de risas, juegos, gestos de amor, tés con amigos, brisa fresca, charlas interesantes, gente nueva por conocer, libros por leer, abrazos…
5. Inculca un ideal de persona que no es real
Mujeres ultra delgadas, jóvenes y estilosas. Hombres musculosos, delgados y bien peinados, que conducen coches deportivos caros. Madres sin estrías y con el vientre plano a la semana de dar a luz. Bebés rubios y con ojos azules que nunca lloran. Todo esto crea un efecto rebote en nuestra sociedad: racismo, clasismo, niñas con anorexia o bulimia, madres deprimidas, acoso escolar hacia el niño o la niña que es “diferente”…
6. No es creativa
No puedes interactuar con el televisor. El telespectador tiene actitud pasiva, sedentaria. ¿Quieres ser uno más del rebaño, absorbiendo y absorbiendo contenido? ¿O quieres crear algo que te acerque a tus metas u objetivos? Tú decides.
7. No quiero que mis hijos la vean
Quiero que mis hijos disfruten de su tiempo libre para jugar y disfrutar de los placeres de la vida. Quiero que mis hijos sean alegres y risueños. Quiero que mis hijos sean libres para elegir lo que quieren tener y lo que quieren ver. Quiero que mis hijos estén orgullosos de cómo son y que juzguen a nadie por ser cómo es. Quiero que mis hijos sean unos niños creativos. Quiero que mis hijos tengan una infancia, y no les pase como a mí. Por eso no tengo televisor.
Foto sacada de Flickr de Lubs Mary.