NOTA DE LA EDITORA: ESTO ES UN ARTÍCULO INVITADO POR MAIKE RADERMACHER.
Beber mucha agua es estupendo – especialmente en verano. Sólo hay un problema: la botella de plástico.
En España se bebe 2,8 billiones de litros de agua embotellada cada año. Cantidad suficiente para llenar el estadio Camp Nou ocho veces. En consumo per cápita ocupamos el sexto lugar en Europa. Y esto a pesar de que tenemos acceso a agua limpia del grifo.
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El plástico está en todas partes
La producción total de plástico en 2016 alcanzó las 335 millones de toneladas. La demanda de España era 60 millones de toneladas el mismo año. Dentro de Europa somos uno de cinco países que necesitan dos tercios de la demanda de plásticos – junto a Alemania, Italia, Francia y Reino Unido. El plástico se ha convertido en una parte integral de nuestras vidas. Ya sea en el supermercado, en la casa o en la habitación de los niños. El plástico puede ser útil. Mantiene nuestros alimentos frescos, aísla cables y electrodomésticos, impermeabiliza la chaqueta de lluvia e incluso llena los agujeros de nuestros dientes, y mantiene el agua unida, que puede ser transportada más fácilmente. Pero, ¿por qué empaquetar algo en plástico para nada, si lo podemos sacar del grifo? Es como poner aire en una lata.
¿El agua embotellada es mejor y más saludable? ¡Eso no es verdad!
En España tenemos la suerte de poder beber agua del grifo casi sin dudarlo. El agua potable es buena y sabrosa, lo que lamentablemente no siempre es el caso en otros países. Sin una buena razón, gastamos dinero en agua – y hay todo tipo de buenas razones para dejar de beber agua embotellada. Los fabricantes nos hacen creer que su agua es más saludable. En España, sin embargo, el agua del grifo está estrictamente controlada y, por lo tanto, es de mayor calidad. La publicidad del agua embotellada también transmite que el agua sabrá mejor. Las pruebas ciegas han demostrado una y otra vez que a la gente no detecta la diferencia entre el agua embotellada y el agua del grifo.
Ahorra dinero – proteje el medio ambiente
Otra razón, que habla en contra del agua embotellada es el precio: El agua embotellada es hasta 125 más cara que el agua potable. A nuestra cartera esto le encantaría. Pero sobre todo a nuestro entorno vital. Las botellas de plástico son perjudiciales para el medio ambiente. La producción de botellas de plástico se basa en el petroleo crudo. Para una botella de 1 litro se necesitan 100ml de aceite.
Además, las emisiones de CO2 se distribuyen a lo largo de todo el proceso de la producción. Para compensar las emisiones anuales de CO2 de la producción de botellas PET, tendríamos que plantar una superficie con árboles tan grande como el Reino Unido.
En defensa se podría argumentar que las botellas de PET son reciclables. Eso es correcto. Y en España 66% de los envases de plástico ya esta reciclados. Pero sólo un 7% se usa para fabricar nuevas botellas. La mayoría se reciclan en productos de menor calidad, que no pueden ser reciclados indefinidamente.
6 consejos para beber agua de forma sostenible
¿Nos están mentiendo los fabricantes? ¿Están los consumidores desorientados y asumen que el agua embotellada es automáticamente de mejor calidad? Es fácil hacer tu vida más sostenible:
- Bebe agua potable
- Compra tu botella individual y rellénala antes de salir de la casa
- Conoce las fuentes de agua para beber de tu ciudad
- Pide agua potable en el restaurante
- Si tienes que beber agua embotellada: compra agua en una botella de vidrio
- Y si a la fuerza tienes que beber agua en botella de plástico: compra agua de tu región