Muchas de las madres y padres piensan que ser minimalista con niños es prácticamente imposible. Pero esto no es así. No sólo ser minimalista es posible cuando tienes hijos, sino que el minimalismo está lleno de beneficios para ellos, como por ejemplo:
- Que no se necesita comprar cosas para ser feliz
- Que se puede llevar una vida diferente a los demás
- Les ayuda a saber qué es lo importante en su vida
- Les ayuda a valorar su tiempo y aprenden a gestionarlo
- Les ayuda a centrarse en las personas más que en las cosas
Los niños traen a tu vida complejidad, ruido y desorden, pero también traen una cantidad infinita de alegría sin necesidad de bienes materiales.
10 consejos para ser minimalista con niños
Ser minimalista con niños es totalmente posible, sólo requiere un poco más de esfuerzo y paciencia. Os dejo algunos consejos prácticos a tener en cuenta:
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Explícales a tus hijos qué es ser minimalista. No importa la edad: cuéntales el por qué de tu decisión y los beneficios que va a aportar a la familia. Céntrate en los aspectos positivos.
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Da ejemplo. Los niños aprenden primero observando e imitando. No sería justo pedirles que se desprendan de sus cosas si nosotros no lo hemos hecho primero. Elimina tus posesiones, céntrate en lo importante, compórtate de forma minimalista.
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Dedicad un tiempo a ordenar en familia. Haced que sea un juego: colocad todo en varias pilas (las cosas que usan, las cosas para dar o vender, las cosas para tirar), meter en cajas, e ir juntos a donarlas. En realidad es muy divertido para los niños redescubrir viejos juguetes. Si no pueden soportar la idea de deshacerse de ellos, ponedlos en cajas y rotad los juguetes cada pocos meses.
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No programes demasiado. Cualquier minimalista debería adoptar un horario minimalista: no poner demasiado en su agenda ni llevar una vida estresada. Lo mismo se aplica a la agenda de tus hijos, y a la agenda de tu familia en general. Mantén un calendario familiar con el horario de todos. Google Calendar puede servir, pero un calendario de pared también funciona bien. De esta manera podéis ver lo que toda la familia tiene previsto para la semana (o al mes). Pero es importante evitar llenarlo. Intenta dejar tantos espacios vacíos como sea posible, para que los niños pueda relajarse y disfrutar de cada día, en lugar de ir corre que te corre. No apuntes a tus hijos a demasiadas actividades extraescolares. Esto deja a los niños sin tiempo de inactividad, que necesitan tanto como tú.
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Disfrutad de los placeres simples. Reduce la velocidad, tómate algún tiempo para estar sólo con tus hijos y tu pareja, y disfrutar de esos pequeños momentos. No tenéis que hacer nada, simplemente salir fuera y disfrutar de la naturaleza, la lectura de un libro en el sofá, o simplemente descansar juntos, puede ser increíble. Hornear galletas. Inventar algo. Haced en familia todas esas cosas que no cuestan dinero.
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Enséñales a gestionar su tiempo. Demuéstrales por qué no es bueno pasar todo el día viendo la televisión o jugando a la consola. Hazles valorar el tiempo para estar con los demás, para crear o disfrutar de la naturaleza.
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Evitad los medios de comunicación. La publicidad en televisión manipula a tus hijos y a ti para querer cosas que no necesitáis. Tus hijos y tú tenéis que enfocaros en cosas más importantes sin televisión ni publicidad. Explícales qué es el consumismo y el por qué del merchandising de su película o serie favorita.
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Viajad con pocas cosas. Muchas veces cuando viajas con niños se suele tender a llevar muchas cosas para estar más seguro y tranquilo. Pero se puede ser minimalista con niños también cuando estás fuera de casa. En el viaje, enfocaros en las experiencias divertidas, las que no cuestan dinero.
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Mantén bajo control los papeles de la escuela y obras de arte de tus hijos. Aparte de los juguetes y la ropa y otras posesiones, una de las mayores fuentes de desorden de los niños son los papeles de la escuela (tareas, libretas de calificaciones, avisos de la escuela, otros papeles que llevan a casa) y obras de arte u otras cosas que han creado (en el hogar o en la escuela). Adopta un sistema que ayude a tener estos documentos bajo control. En primer lugar, ten un lugar para todos los documentos entrantes (bandeja de entrada), y procésalos a diario o semanalmente. Para los papeles de la escuela, toma medidas inmediatas: firma los que haya que firmar, pon fechas en tu calendario familiar, lee y revisa papeles y expedientes, y a continuación, tira todo. En cuanto a las obras de arte, ten un lugar en el que mostrar unas pocas a la vez, como un tablón de anuncios o en la nevera (5-10 obras está bien). Cuando lleguen nuevas, ponedlas en el tablero o en la nevera, y deshaceros de las cosas viejas (escanéalas o hazle una foto si te gustaría recordarlas).
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La clave: tener paciencia y no forzar. El minimalismo es contraproducente si se convierte en obsesivo, como cualquier otra filosofía. Un minimalista centra su vida en lo importante, y elimina todo lo demás. Los niños son lo más importante, no la falta de desorden, o que tengan el estilo de vida más simple. Recuerda siempre esto. Respira. Relájate. Deja de lado tus frustraciones, tus expectativas, tus deseos de perfección, y en lugar de eso adopta una actitud minimalista: fluye, vive el momento, disfruta de tus hijos y de las experiencias en lugar de las cosas. Ser madre o padre puede ser frustrante, si lo permites, o puede ser divertido, si aprendes a tener paciencia y adoptar una actitud relajada. No se puede forzar una filosofía sobre los demás, incluidos los niños. Tienes que influir, con (de nuevo) el ejemplo, mostrándoles cómo y por qué es importante para ti, y dejando que poco a poco tus hijos se adapten.
Y de nuevo, recuerda que deshacerse de desorden y simplificar es un medio para un fin: tener el espacio y la capacidad para relajarte con tu familia y disfrutar de los simples placeres de estar con ellos. Ser minimalista con niños es perfectamente factible y beneficioso para ti y tu familia.
Foto cortesía de swong95765