Tuve el honor de colaborar con Familias en Ruta, publicando este artículo en su blog, artículo que Daniel Ruiz incluyó en su recopilatorio de los 24 mejores artículos de viajes con niños. Aquí os lo dejo por si no lo habéis leído aún.
Viajar con niños siempre va asociado al exceso de equipaje: la cuna, la mochila, la trona o el carrito, juguetes para entretenerlos… Seguro que os ha pasado (a mí me ha pasado) que cuando lo metéis todo en el coche parece que os mudáis. Aquí os dejo algunos consejos para llevar un equipaje más minimalista en vuestros viajes con niños.
Tabla de contenidos
1. Elimina los accesorios grandes
Lo que más puede ocupar en vuestro equipaje pueden ser la cuna, la trona, la bañera, el carrito… Informaros sobre si los alojamientos son «family welcome«, es decir, si disponen de cunas, tronas, etc. que ayudan a los padres a no tener que llevarlas. Si tenéis opción, elegid aquéllos que dispongan de todo esto. Pero tampoco son estrictamente necesarios: vuestro bebé puede dormir con vosotros, podéis bañarlo en la bañera del hotel, puede comer en el carrito o sobre papá o mamá… Pensad que son sólo unos días, y después volveréis a la comodidad de vuestro hogar. Yo os aconsejo, si es posible, llevar sólo una mochila portabebés, y si no, llevar también un carrito ligero que ocupe poco al plegarlo.
2. Elimina los juguetes
A veces tenemos miedo a que los niños se vayan a aburrir, sobretodo en el trayecto, así que les permitimos que se lleven sus juguetes favoritos. Bajo mi parecer, los juguetes pueden quedarse en casa. Como mucho me llevaría unos lápices de colores y un cuaderno. Lo demás es echarle imaginación: cantar canciones, inventarse historias, jugar al veo veo… Veréis que ellos se adaptan enseguida.
3. Lleva poca ropa
Los “por si…” pueden llegar a llenar nuestras maletas o mochilas de prendas que no siempre son necesarias y que van a ocupar espacio en nuestro equipaje. Algunos trucos para llevar poca ropa son:
- Informaros del tiempo que va a hacer en el lugar de destino. Sabiendo más o menos cómo va hacer elegiremos las prendas más adecuadas.
- Llevad el calzado mínimo. El calzado es lo que más ocupa de nuestra ropa. Elegid un calzado que sea versátil y os pueda servir para las distintas actividades que vais a realizar en vuestro viaje. ¿Realmente hay que llevarse zapatillas de estar por casa para toda la familia para usar sólo el ratito antes de ir a dormir? Simplificad al máximo.
- Usad ropa de fácil secado. Eso os permitirá, en un momento dado, lavarla en el lavabo del baño y dejarla secar por la noche.
- Llevad la mínima ropa posible. Seguro que tenéis el viaje más o menos programado y sabéis qué actividades vais a hacer. Elegid prendas cómodas, livianas, combinables y frescas. Yo os aconsejo:
- Para los niños: una muda por día, una ropa de abrigo (chaquetilla fina o chaquetón, dependiendo de la estación). Sí, ya sabemos que se ensucian mucho, pero podemos esperar a que tengan más de dos manchas para cambiarles la camiseta y también podemos lavar la ropa con la técnica anterior.
- Para los adultos: una muda de ropa interior por día, una ropa de abrigo, un par de pantalones, tres camisetas, un jersey o forro polar (si hace frío). No nos llevaremos pijama (podemos dormir en camiseta). Muchas veces la ropa no está sucia, con ponerla por la noche a ventilar es suficiente. Y si está sucia siempre podemos lavarla en el lavabo y ponerla a secar. Recordad que nuestra ropa ocupa más que la de los niños.
4. Una bolsa de aseo minimalista
Si pretendemos llevarnos todos los productos que usamos normalmente en casa para el aseo, nuestro neceser puede ser enorme. Seguro que podemos pasar esos días sin maquillar y sin esa crema tan estupenda que nos quita las arrugas. Algunos consejos para reducir en el aseo:
- Informaros qué viene incluido en el alojamiento al que vais. Muchas veces, sobre todo si vamos a hoteles, podemos encontrarnos toallas, gel, champú, pasta de dientes, acondicionador… sí, vale, ya sabemos que no son nuestros favoritos, pero no vamos a morir por ello. Los niños también pueden usarlos, por unos días no les pasará nada.
- Toallitas y pañales: lo mínimo. Yo os recomiendo que os llevéis sólo lo necesario para el viaje de ida y para el primer día de estancia. Seguro que después podéis comprar pañales dónde estéis. En cuanto a las toallitas: el agua hace milagros.
- Salud y protección: no podremos cargar una farmacia en la maleta “por las dudas”. Lo elemental para utilizar en caso de emergencia (que la mayoría de alojamientos ya incluye). En cuanto a la protección: gorra, protección solar y agua. De acuerdo a la edad del niño, incorporaremos unas gafas de sol o cambiaremos el agua por el biberón o el pecho materno.
5. Comida sólo para el viaje de ida
Dependiendo de la duración del viaje de ida y del medio elegido podremos estirarnos un poco más en este aspecto.
Si viajamos en coche o en autobús, con agua y algo de comida saludable para picar será suficiente. En el caso de bebés, un solo biberón o el pecho materno o un puré, depende de la edad del niño.
Si viajamos en tren podemos hacer coincidir la hora de la comida para que sea un poco antes de salir. En caso de no ser así, optemos por pedir colaboración en el vagón cafetería.
Si es en avión, podemos contar con la ayuda del personal de a bordo que están acostumbrados a calentar comida para bebés.
En todos los casos, carguemos con una cantidad razonable de comida que cubra las necesidades normales del niño o bebé durante el viaje de ida solamente.
6. Limita tus aparatos electrónicos
No necesitas dos cámaras fotográficas, dos teléfonos móviles, un portátil y una tablet (con sus correspondientes cargadores). Probablemente te baste con llevar un teléfono smartphone y su cargador. Y no olvides descargarte aplicaciones y juegos para los niños, por si se aburren en un momento dado.
Viajar ligero de equipaje también libera nuestra mente, y eso se transforma en energía positiva y felicidad. ¡Y a disfrutar del viaje!!
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