Este es mi escritorio de mi PC. Siempre me ha gustado tener un escritorio minimalista, pero nunca lo había tenido así hasta ahora.
Tengo puesto un fondo de escritorio que me gusta y me inspira. Me gusta la imagen de los veleros, para mí simbolizan el capitanear mi barco, llevar el timón de mi vida. La imagen del mar es como el mundo por explorar, cada día es una oportunidad. Y las nubes, “después de la tormenta viene la calma”, dicen.
He quitado todos los iconos, incluso los de equipo y de papelera de reciclaje. Siempre puedo acceder a cualquier carpeta o archivo desde el botón inicio.
He dejado limpia la barra de tareas: no se pueden mostrar los iconos de inicio rápido a programas. Puedo acceder a cualquier programa también desde el botón de inicio.
Me gustaría hacer esto con el ordenador de mi trabajo, pero el problema es que lo comparto con otras personas. No creo que les gustase mucho a mis compañeros de trabajo llegar un día y encontrarse el ordenador sin iconos. De todas maneras intento mantenerlo lo más parecido a éste.
Tener el escritorio así me da una sensación de orden, paz y sosiego. Me inspira a escribir y evito distracciones. Y esto pasa también con cualquier otro lugar: el escritorio físico, la casa, la oficina… ¿A que dan ganas de trabajar?