Me gusta madrugar. Llevo un tiempo haciéndolo y considero que es uno de los grandes cambios que he hecho en mi vida. Yo antes era un ave nocturna, y ahora me estoy levantando entre las 6 y 6.30 de la mañana. Levantarse temprano parece imposible, pero se puede hacer.
A esas horas todo es distinto: hay quietud y silencio. Ver amanecer, tomar un buen desayuno tranquilamente y hacer lo que me gusta sin interrupciones son algunas de las grandes ventajas que le encuentro a levantarse temprano.
Es por eso que me he decidido afianzar este hábito en mi vida, y adelantar la hora de levantarme a las 5.30 de la mañana. Así que este mes de abril éste va a ser mi hábito a alcanzar.
6 Técnicas para levantarse temprano
Estas técnicas las he aprendido de Leo Baubauta, minimalista por el que siento gran admiración:
- Levantarse temprano de forma gradual. No hay que hacer cambios drásticos, sino en seguida tiraremos la toalla. Una buena técnica es hacerlo de forma gradual: levantarse temprano 10-15 minutos antes, mantener este horario unos pocos días hasta habituarse y después adelantar la hora del despertador otros 10-15 minutos más. Poco a poco hasta llegar a nuestro objetivo.
- Acostarse más temprano. Si madrugamos pero seguimos acostándonos muy tarde terminaremos muy cansados. Esto hará que a los pocos días dejemos de madrugar. Calcula a la hora que te quieres levantar, réstale 7 u 8 horas que es lo recomendable que necesitamos dormir, y así sabrás a qué hora tienes que acostarte. Por ejemplo, si yo quiero levantarme a las 5,30 de la mañana, tendré que acostarme entre las 21.30 y las 22.30 para descansar entre 7 y 8 horas. Un truco: acuéstate aunque no tengas sueño y pónte a leer. Si realmente estás cansado, el sueño vendrá.
- Poner el despertador lejos de la cama. Así cuando suene, nos levantaremos y eso nos hará más fácil levantarnos. Yo soy muy de darle a la repetición, para así apurar 10 minutos más. Esto no sirve, puesto que ya no se descansa esos 10 minutos y podría sacarle más provecho si estuviera levantada. Así que dejaré de hacerlo.
- Salir de la habitación tan pronto apaguemos el despertador. Sin pensar, sin racionalizar. Si dejamos que nuestro cerebro hable, nos dirá que volvamos a la cama. Así que mejor no pensar, dar un salto y salir enseguida.
- Darnos una recompensa por madrugar. Puede ser tomar una taza de nuestro té favorito o un vaso de zumo de naranja natural, ver amanecer, meditar o leer el libro que nos gusta. Nos lo merecemos, por madrugar.
- Disfrutar del tiempo extra. Aprovechemos ese tiempo extra que nos ofrece el levantarse temprano. Si dedicamos el tiempo a ver las redes sociales, consultar el email o cualquier otro “ladrón de tiempo” hará que, a los pocos días, no le encontremos sentido a madrugar. Éste es un buen momento para hacer aquello que nos gusta hacer y que siempre nos quejamos que no tenemos tiempo: escribir, hacer ejercicio, leer, meditar o hacer aquellas tareas que nos acercan un poquito más a nuestras metas y objetivos.
Hábitos del resto de meses de 2014
Este post forma parte de una serie de entradas en las que cuento qué hábitos me he propuesto implementar en mi vida cada mes. Éstos son los hábitos del resto de meses:
-
12 meses, 12 hábitos. Enero: hacer ejercicio
-
12 meses, 12 hábitos. Febrero: las tres cosas mejores del día
-
12 meses, 12 hábitos. Marzo: tomar consciencia de mi postura corporal
-
12 meses, 12 hábitos. Mayo: escuchar música a diario
-
12 meses, 12 hábitos. Junio: leer más
-
12 meses, 12 hábitos. Julio: meditar a diario
-
12 meses, 12 hábitos. Agosto: escribir cada día a un amigo
-
12 meses, 12 hábitos. Septiembre: tres piropos al día
-
12 meses, 12 hábitos. Octubre: dormir lo suficiente
-
12 meses, 12 hábitos. Noviembre: Planificar
- 12 meses, 12 hábitos. Diciembre: Comer menos
Foto por Singing With Light