NOTA DE LA EDITORA: ESTO ES UN ARTÍCULO INVITADO POR XAVIER, DE VIVIR LIGERO
Existen muchas interpretaciones sobre qué consiste llevar una vida minimalista. De hecho, tantas como personas. Una de ellas es que el minimalismo no es otra cosa que desprendernos de todo aquello que nos sobra y se interpone entre nosotros y una felicidad duradera. Puedes leer más sobre qué es el minimalismo en la entrada qué es el minimalismo del blog Vivir Ligero.
En Vida en Positivo vimos cómo el minimalismo no se reducía únicamente a los objetos materiales. Por ejemplo, en la entrada sobre el email minimalista pudimos ver como aplicar los principios del minimalismo a nuestro email. Si te pareció interesante, te invito a leer también la propuesta de Vivir Ligero para aplicar el minimalismo al correo electrónico.
Por lo tanto, si queremos beneficiarnos de todas las ventajas de llevar una vida minimalista, no podemos olvidarnos del ámbito digital. Ya que al final, si queremos centrarnos en lo que de verdad nos importa, debemos eliminar cualquier distracción, ya sea material o virtual.
A continuación te daré 3 sencillos trucos para configurar tu móvil de acuerdo con un estilo de vida minimalista y convertirlo así en un móvil minimalista. Verás como tu estrés se reduce y además eliminas tentaciones que te alejan de vivir el momento. ¿Te animas?
Tabla de contenidos
3 sencillos trucos para tener un móvil minimalista
1. Desactiva las notificaciones
No queremos distracciones injustificadas de ningún tipo. Nos hemos desprendido de todo lo que nos sobraba para poder vivir el momento. Por lo tanto no podemos permitir que nuestro móvil nos distraiga cada dos por tres. Solo nosotros debemos decidir cuando queremos distraernos.
Para evitar distracciones innecesarias, te invito a desactivar las notificaciones del terminal. El límite ya va al gusto del consumidor. En mi caso, he decidido desactivar todas las notificaciones de todas las aplicaciones excepto las de llamadas y mensajes personales. Además, exceptuando contadas excepciones, siempre tengo el móvil con el sonido desactivado.
Por lo tanto, he desactivado cualquier aviso de los grupos de WhatsApp y también todas las notificaciones del resto de aplicaciones. No quiero avisos de whatsapps nuevos cada 5 minutos, tampoco quiero distraerme cada vez que recibo un correo, o que me distraigan cada vez que haya una actualización, o cuando alguien haya actualizado su perfil en algún sitio, o si ya vuelvo a disponer de vidas en algún juego, o simplemente cada vez que haya una canción nueva en la lista de reproducción que sigo.
El objetivo es solo permitir notificaciones importantes. Es decir, aquellas que van dirigidas personalmente a nosotros, y no permitir ninguna notificación más. De este modo, solo nos distraeremos cuando alguien se dirija a nosotros o cuando nosotros decidamos deliberadamente distraernos. Recuperemos el control de nuestro tiempo y no regalemos más nuestra concentración.
2. Deja lo esencial
Del mismo modo que pasa con los objetos materiales, lo que no usas te distrae de lo que realmente te importa. Cuántas veces habremos mirado la pantalla de nuestro móvil y habremos terminado haciendo otra cosa que no teníamos pensado hacer. Las distracciones (accidentales) cuantas menos mejor.
Empezaremos borrando todas aquellas aplicaciones que no usemos nunca. ¿Qué sentido tiene coleccionar aplicaciones que no utilizamos? Aquí no hace falta reflexionar mucho, siempre podremos volver a instalarlas en un futuro.
Una vez ya solo tengamos instaladas aquellas aplicaciones que utilicemos, pasaremos a evaluar las que sí usamos. No es suficiente que usemos una aplicación todos los días, debemos plantearnos si nos hace más felices.
En un estilo de vida minimalista no queremos nada que no contribuya directa o indirectamente en nuestra felicidad. Si un objeto no nos hace más felices difícilmente tendrá una contribución neutra. Este nos recordará el tiempo y dinero que hemos invertido en él, o cuánto tiempo hace que no lo usamos, o simplemente nos ocupará un espacio que nos generará estrés cada vez que necesitemos guardar algo. Y al final, en mayor o menor medida, nos distraerá de nuestros objetivos.
Lo mismo sucede con las aplicaciones. ¿Nos hace más felices consultar día tras día las mismas aplicaciones? ¿Realmente me siento mejor cada vez que abro Facebook? ¿Me aporta algo invertir el tiempo en una aplicación que no me despierta ningún tipo de emoción ni me da ningún beneficio?
De nuevo cada uno traza su límite, sin embargo te invito a que te desinstales todas las aplicaciones que no sean necesarias ni para comunicarte, ni para trabajar, ni que sean muy útiles, ni que te aporten algo de valor en tu vida. ¡Recupera tu tiempo de nuevo!
3. Despeja el escritorio
Ya has borrado todas las aplicaciones que no usabas. Y de las que usabas a menudo, te has quedado solo con aquellas que te aportan algún tipo de valor a tu vida. Ahora hay que organizarlas.
Imaginemos por un momento que tienes afición al esquí y que cada invierno te vas a esquiar. Por minimalista que seas seguramente no te habrás desprendido de tu equipación de esquí, ya que pese que no la usas a menudo, tiene una utilidad estacional y a parte contribuye a tu felicidad. Lo que también estoy bastante seguro, es que no tendrás los esquís en medio del comedor de tu casa.
Con las aplicaciones sucede lo mismo. Ya las has filtrado y te has quedado con lo esencial, pero no queremos ver todas las aplicaciones todos los días ni cada vez que encendamos la pantalla del móvil. No queremos tampoco ni tentaciones ni distracciones cada vez que miremos la hora. Solo usaremos las aplicaciones cuando nosotros hayamos decidido hacerlo.
Este último truco consiste en simplemente meter en una carpeta (o eliminar del escritorio o pantalla principal) todas aquellas aplicaciones que no uses más de una vez al día. El objetivo es tener el escritorio del terminal lo más despejado posible. Se han acabado las distracciones y los malos hábitos.
Adiós a las notificaciones, a las aplicaciones que no nos hacen más felices, y a las distracciones. Este es un claro ejemplo de que el minimalismo no se reduce a los objetos materiales y también tiene cabida en el ámbito digital, y de que es posible tener un móvil minimalista. ¿Qué hábitos minimalistas tienes en el mundo digital? Deja tu comentario.
Sobre Xavier: El minimalismo acabó con mi mentalidad consumista y desde entonces soy más feliz. Por ello quiero compartir las bondades del minimalismo a través del blog Vivir Ligero. Mediante un estilo de vida minimalista he podido recuperar mi tiempo y vivir más el presente. Me encanta la tecnología y la práctica de deporte al aire libre.