NOTA DE LA EDITORA: ESTO ES UN ARTÍCULO INVITADO POR JEZABEL HANDEL.
El hygge (se pronuncia «jiuga”) es la palabra que refleja la filosofía de vida utilizada por los daneses para cuidarse de sí mismos, encontrar la armonía y apreciar las pequeñas cosas. En resumen, es considerada la receta de la felicidad.
Apareció escrita por primera vez a comienzos del siglo XIX y su origen se remonta a un término noruego que significa «bienestar».
Lo que más se destaca del hygge es su rol trascendental en la vida danesa, pues además de que la palabra se pronuncia muy seguido, posee un vocabulario específico de términos que se desprenden de ella. ¡Debe ser por esta razón que los daneses se han convertido en la sociedad más feliz del mundo!
Sin embargo, cabe destacar que el hygge no tiene una traducción exacta a otros idiomas, pero en español, suele traducirse como “el arte de crear una atmósfera acogedora, de bienestar y libre de cosas estresantes, que nos hace sentirnos abiertos, relajados y vivos al mismo tiempo.” Un dato extra… se relaciona mucho con la palabra inglesa “cozy”.
Para ponerlo más claro, podemos decir que el hygge está asociado a la suavidad, ausencia de lo perturbador y creación de un espacio que invite al descanso, así como al relax y disfrute. Para ser más específica, consiste en encontrar la felicidad en las pequeñas cosas, en la tranquilidad del hogar y en la naturaleza, disfrutando de los procesos y alejándonos de todo el estrés o velocidad a la hora de llevar algo adelante.
¡Y un dato no menor es que puede practicarse tanto de forma solitaria como en compañía!
Elementos que no pueden faltarte para practicar el hygge en tu hogar
El hygge trae consigo algunos elementos indispensables que no pueden faltar para crear la atmósfera ideal. No hace falta que elijas todos, pero sí los que más se adecuen a ti:
- Bebidas calientes o un rico vino.
- Una chimenea u hogar.
- Iluminación tenue.
- Colores cálidos en la decoración (crudo, beige, blanco, tierra).
- Elementos naturales (plantas, madera, piña, ramitas).
- Ropa cómoda, informal.
- Un buen chocolate.
- Mantas, cojines.
- Juegos de mesa, un libro o tu película preferida.
¡Muy bien! Ahora que ya conoces los elementos claves de esta receta danesa, quiero compartirte algunas ideas para que puedas ponerlo en ejercicio en tu vida diaria.
7 ideas hygge que transformarán tu día a día
1 Crea un hogar que te invite al descanso
Debido a que en Dinamarca los inviernos son muy largos, la sede del hygge son los hogares (aunque también se practica al aire libre). Por ello, los daneses procuran que su casa sea cálida e inspiradora.
Para crear tu hogar con este estilo escandinavo, puedes tomar los tips descritos más arriba a fin de consolidar un hogar reconfortante y cálido. La idea es que tu casa te invite a momentos de gratitud y confort, en lugar de estrés.
Por último, procura tener tu hyggekrog, ese rincón o lugar especial de tu casa donde disfrutas de tener tu momento a solas, respirar, meditar, leer un libro o simplemente contemplar el momento.
2 Regálate un día para no hacer nada más que cuidar de ti
Los daneses priorizan su bienestar, por eso no se castigan por tener días sin planes. Por el contrario, buscan un balance entre las diferentes áreas de su vida, y tener momentos para no hacer nada, no es un castigo, ¡sino todo lo contrario!
Entrena tu mente para obsequiarte algunos días del mes o un determinado momento del día (la mañana o la tarde) dedicado a enfocarte en ti y en lo que te hace bien. Prepara un baño de inmersión, pide una cita para masajes, duerme hasta que tu cuerpo lo pida, quédate recostado o haz lo que tu espíritu precise.
El hygge no castiga el “no hacer nada”, sino que justamente te enseña a que es un paso súper necesario para poder afrontar tus responsabilidades y compromisos de forma positiva.
3 Regresa a lo vintage
Como explicaba al comienzo, esta receta danesa prioriza todo lo relacionado a la lentitud y tranquilidad, excluyendo así lo relacionado al consumo excesivo, la inmediatez o el exceso tecnológico.
En un plan hygge, puedes dedicarte una tarde o noche (junto a un vino o chocolate caliente) para rememorar anécdotas viendo tus álbumes de fotos impresos (cuanto más antiguos, más hygge), organizar una tarde o noche familiar con juegos de mesa, tomarte un café en la taza de porcelana que pertenecía a tu abuela o preparar comidas tradicionales.
¡Ábrete a la posibilidad de reconectarte con aquellas cosas del pasado que hoy te hacen sentirte con más vitalidad que nunca!
4 Fomenta la comunidad
Preparar una comida con amigos es uno de los planes que más pega con la receta danesa de la felicidad.
En el hygge, todos ayudan, colaboran y cocinan. La idea es compartir y disfrutar en grupo, mientras se establecen conversaciones agradables y amenas. Por ese motivo, quedan afueras temas estresantes y controversiales (como la política) o la búsqueda de atención.
¡Adiós a los monólogos o al egocentrismo!
5 “No tenemos wi fi, hablen entre ustedes”
Seguro que te habrás topado con esta frase en algún bar o restaurante, y esta filosofía escandinava la tiene como una de sus premisas.
Ya sea que te reúnes con amigos, que te preparas una noche con tu pareja o en familia, el hygge te propone dejar el teléfono móvil para enfocarte al 100% en tu momento presente.
La clave es disfrutar cada instante.
6 Conecta con la naturaleza
El hygge no solo tiene lugar en los hogares, sino también al aire libre. Y es que justamente, programar momentos en la naturaleza no es algo que quede fuera del estilo de vida nórdico. ¡De hecho, ocurre lo opuesto!
Dar un paseo en el bosque o en la playa, zambullirte en el mar, caminar en un parque, contemplar las estrellas, dormir en una tienda o meditar al aire libre, es un plan muy hyggeligt (adjetivo de hygge).
Encontrar estos momentos de reconexión, relajación y de suavidad con el momento presente, son sin duda, fundamentales para el hygge.
Beneficios de aplicar el hygge a tu vida
- Mejoras en la salud.
- Equilibrio entre trabajo, desarrollo personal y familia.
- Ahorro financiero (no busca consumir, sino disfrutar de las cosas simples y de poco valor económico). “Lo mejor del hygge es gratis”, dice Meik Wiking, autor de “ La felicidad en las pequeñas cosas”
- Comodidad y confort.
- Gratitud, abundancia.
Como podrás ver, el minimalismo y el hygge son dos estilos de vida que se conectan muchísimo. De modo que si unificas las herramientas que ambos te aportan, obtendrás cambios notorios en tu vida.
Pero recuerda: lo importante es la acción. Es decir, no quedarse en las ideas o en el conocimiento, ¡sino ponerlos en práctica!
Biografía: Jezabel Handel es Lic. En Relaciones Públicas, profesora de yoga y coach en formación. Motivada por el deseo de ayudar a las personas a construir una vida simple y genuina, creó www.nativaminimal.com, un espacio para encontrar el camino de regreso a cada un@.