Somos adictos: sólo tenemos que mirar a nuestro alrededor. Es muy difícil no encontrar a alguien consultando su Facebook, Whatsapp, Twitter o correo electrónico. La sociedad del siglo XXI tiene un nuevo problema: la adicción a la conexión.
Como cualquier adicción, la conexión tiene refuerzos positivos muy rápidos y sólo consecuencias negativas a largo plazo. Cuando bebes alcohol, fumas o comes chocolate, por ejemplo, obtienes placer instantáneo, pero los efectos negativos sobre la salud no se sienten hasta mucho más tarde, cuando ya eres definitivamente un adicto. Ese refuerzo positivo inmediato hace que quieras repetir la actividad de nuevo tan pronto como sea posible. Obtienes el refuerzo positivo una y otra vez en un ciclo constante de refuerzo positivo, y enseguida te has convertido en un adicto.
La conexión funciona de la misma manera. Cuando revisas tu teléfono móvil o tu correo electrónico y recibes un mensaje nuevo, es como una pequeña validación de que eres digno de la atención de alguien y obtenemos un pequeño placer de esto. Cuando revisamos el Twitter o el Facebook y vemos algo que capta nuestra atención, eso es un refuerzo positivo, una pequeña recompensa por la revisión. Y por eso volvemos a revisar una y otra vez hasta que nos volvemos adictos.
No es hasta mucho más tarde, meses o años después, cuando sufrimos las consecuencias. Con suerte, seremos conscientes de que tenemos adicción a la conexión. Nos daremos cuenta de que estamos pasando todo nuestro tiempo conectados, de que nuestras vidas han sido tomadas, de que hemos perdido la habilidad para encontrar calma y foco, que nuestro tiempo creativo y energías han quedado erosionadas por estas adicciones. Dejamos de ser libres, nuestras relaciones personales empeoran, cada vez tenemos menos tiempo para nosotros, nuestros proyectos, nuestros sueños, nuestros seres queridos…
Entonces, ¿Cómo vencemos esta adicción? De la misma manera que vences cualquier otra adicción: rompiendo el ciclo de retroalimentación positiva y reemplazando el viejo hábito por uno nuevo.
Vencer una adicción es un tema muy serio y tedioso, nada sencillo de afrontar y de superar. Pero, según Leo Babauta, en su libro Focus, éstas son algunas estrategias que podemos usar para vencer la adicción a la conexión (o cualquier otra adicción):
6 Estrategias rápidas para vencer la adicción
- Averigua tus detonantes. ¿Qué cosas o momentos disparan tus hábitos? Normalmente es algo que haces cada día, algo que te lleva directamente a tu comportamiento adictivo. Haz una lista de ellos. Por ejemplo: llegar a la oficina y abrir el correo electrónico, esperar el autobús y consultar el Whatsapp, desayunar revisando el Twitter o el Facebook…
- Encuentra un hábito positivo nuevo que reemplace el hábito anterior para cada detonante. Nos cuenta Leo Babauta que, cuando estaba dejando de fumar, necesitó un nuevo hábito para aliviarle del estrés (correr), algo nuevo que hacer después de las reuniones (escribir sus notas), algo nuevo que hacer con el café de la mañana (leer) y así sucesivamente. En mi caso, por ejemplo, dedico las esperas a leer o hablar con otra gente, hago mis tres TMI (Tareas Más Importantes) al llegar a la oficina, o desayuno concientemente, escuchando música o leyendo.
- Intenta cambiar los detonantes uno cada vez. Así que si lo primero que haces por mañana es mirar tu Facebook, crea un nuevo hábito para no abrir tu navegador y en su lugar abrir un editor de textos simple y empezar a escribir.
- Crea realimentación positiva para el hábito nuevo. Si el nuevo hábito es algo con lo que no disfrutas, lo abandonarás pronto. Pero si es algo con lo que disfrutas, que te da realimentación positiva, eso es bueno. Los elogios son también una buena realimentación positiva, así que busca la validación positiva de tus amigos y familiares.
- Crea realimentación negativa instantánea para el viejo hábito. En lugar de que la realimentación negativa de conectarte online sea a largo plazo, necesitas algo de realimentación negativa instantánea. Por ejemplo, crea una regla para tener que llamar a alguien y decirle que fracasaste si te conectaste después de un cierto detonador. Una buena forma es decirle a todos tus amigos y conocidos cuál es tu cambio de hábito. Ellos te avisarán cuando falles, créeme. O mejor: publícalo en un blog. Así todo el mundo lo sabrá. 😉
- Repite el ciclo de realimentación positiva tan a menudo como sea posible para el nuevo hábito. Pronto, después de unas pocas semanas, se convertirá en un nuevo hábito y el viejo estará en su mayor parte derrotado. Repite lo mismo para el siguiente detonador. Empezar poco a poco, con sólo un detonador cada vez, es una buena manera de tener éxito.