Internet tiene algunos beneficios maravillosos. Yo lo uso casi todos los días. Y yo nunca, jamás, argumentaría en contra del uso responsable de Internet.
Sin embargo, dicho esto, cada vez es más evidente que nuestro mundo está desarrollando un apego desordenado a Internet. Internet puede ser un lastre para muchas personas; nunca termina, y nuestra conexión cada vez está consumiendo más y más de nuestro tiempo.
Reducir nuestro uso (o abuso) de Internet nos puede simplificar la vida.
Veamos algunas formas de simplificar Internet. Muchas de ellas las aprendí de Leo Babauta.
Los ladrones de tiempo
Cómo simplificar depende mucho de lo que se hace regularmente, y eso depende mucho de cada persona. Los ladrones de tiempo más comunes en Internet son:
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Las redes sociales: Facebook, Twitter, Instagram, Pinterest, Google+….
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Fuentes de Noticias
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Blogs, páginas de cocina, moda, y otras cosas divertidas/interesantes para leer
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Páginas y noticias deportivas
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Correo electrónico
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Herramientas de trabajo actuales como Google Docs, WordPress, etc.
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Sitios de compras como Amazon, Segundamano
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Herramientas para el aprendizaje
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Herramientas para la productividad, metas y finanzas personales
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Juegos
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Vídeos
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Música…
Y eso para empezar, sin hablar de otras cosas más raras: páginas frikis, de búsqueda de pareja, pornografía, temas muy técnicos, fanáticos de aficiones extrañas…
Pero, ¿cómo simplificar una bestia tan complicada como la de Internet? ¡Es imposible! En realidad, no, es factible, pero se necesita voluntad para simplificar.
Simplifica las Redes Sociales
No tengo nada en contra de las redes sociales. De hecho yo las uso y me permite estar conectada con gente que no veo habitualmente. Pero creo que nos convertimos adictos a ellas. Y eso nos complica la vida.
Si queremos simplificar nuestra vida hay que decir que no, no necesitamos estar conectados a las redes sociales tanto como muchas personas piensan que tienen que ser.
Así que aquí os dejo algunas formas de simplificar (no hay porqué hacer todas ellas):
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Elige 1 o 2 redes sociales. Ni una más. Cierra las demás. Realmente se puede. Igual no necesitas estar en Instagram o en Twitter. Créeme: estarás lo suficientemente conectado. A nivel personal sólo estoy en Facebook, aunque mi Twitter tiene una mezcla de personal y profesional.
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Sal de Facebook. Realmente me estoy planteado esto. No lo he hecho antes por los contactos que tengo de mi infancia. Pero igual les pido el teléfono y así estoy conectado con ellos y cierro mi Facebook. Aunque ya le hice una limpieza, Facebook sigue generando mucho ruido en mi vida. Demasiado tiempo, demasiados anuncios, demasiadas publicaciones poco interesantes, demasiadas invitaciones a juegos. Igual me salgo de Facebook y estoy más tranquila.
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Reduce tu uso social. Se puede ser parte de una red social y no participar durante todo el día. Yo sólo reviso mis redes sociales una vez o dos veces al día por lo general, y paso máximo 5 minutos mirando las publicaciones. Eso no quiere decir que no me interese lo de los demás, sino que conscientemente he decidido que prefiero estar haciendo otra cosa en lugar de estar siempre conectada. A veces echo de menos estar al día en los temas de ciertas personas, pero entonces les pregunto a ellas directamente o por teléfono o email.
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Sigue a poca gente. Elige aquellas personas que realmente son más importantes para ti, y deja de seguir a los demás. Yo lo hice con Facebook y lo estoy haciendo con Twitter. No se puede seguir el ritmo de actualizaciones de muchas personas.
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Publica con poca frecuencia. Muchas personas publican varias veces por hora, y creo que deberían plantearse cómo de importante es eso para ellas y qué cosas están dejando de hacer en su lugar. Simplificar es tomar la decisión de qué es más esencial de compartir, y recortar el ruido. No participes en la info-contaminación.
Simplifica tus lecturas
Hay blogs que me interesan que yo leo de forma regular. Algunas ideas para simplificar este tipo de lecturas:
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Escoge sólo unos pocos. Hay una cantidad casi ilimitada de blogs, páginas webs, noticias… para leer. Podríamos pasar todo el día leyendo sólo que se ha escrito hoy. Así que escoge sólo unas pocas fuentes (ya sean blogs, webs, noticias…) y léelas sólo una vez al día, como máximo.
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“Escanea” y después guarda. Abre el artículo/post y hazle primero un “escáner”, es decir, analízalo por encima, y si parece digno de lectura, guárdalo. Yo lo suelo guardar en Instapaper, pero hay otras aplicaciones (por ejemplo Pocket o Evernote) . Cierra la pestaña y sal. No es necesario leer todo en el momento, se puede hacer eso más tarde. Si lo haces ahora, posiblemente le estás quitando tiempo a cualquier otra cosa que no podrás hacer.
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Busca un poco de tiempo para leer sin distracciones. Me gusta leer a ciertas horas del día (cuando voy en el autobús o al acostarme). Así que busco los artículos guardados y leo uno o dos. Usa un método de guardado en el que no haya distracciones. Así cuando lees o cuando acabas de leer, no tendrás la tentación de navegar por las distintas pestañas.
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Despeja tu lista de lecturas pendientes semanalmente. Una vez a la semana, archiva o borra toda la lista de lecturas pendientes. Pero…pero….sí, que se vayan. Si no los has leído esta semana, es muy probable que no los leas más tarde. La lista seguirá creciendo y sentirás presión tipo “tarea pendiente”. Yo lo hago los lunes. Así, como sé que el lunes desaparecerán, intento buscar un rato el fin de semana para leer lo más esencial. Créeme, es maravilloso. Es maravilloso despejar tu lista de lectura. Es como un nuevo comienzo, todas las semanas.
Simplifica tu email
Ya os conté cómo tener un email minimalista, es decir, hacer un uso simplificado del mismo. El correo electrónico se convierte en una distracción constante para muchos, una corriente interminable de cosas que hacer y responder. Algunas claves para simplificar:
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Limpia tu bandeja de entrada. Déjala limpia hoy. Es muy fácil: crea las etiquetas/carpetas: “Para hacer”, “Para leer-ver”, y “A la espera”; clasifica los últimos 20 o 30 emails más recientes con el método anterior, Selecciona el resto de mensajes y dale a “Archivar”. ¡Hecho! Tu bandeja de entrada ya está vacía.
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Procesa inmediatamente. Ahora, cuando leas un correo, realiza una de estas tres cosas: responder en el acto (si se tarda menos de 2 minutos), pónlo en tu lista de tareas (y etiqueta/carpeta “Para hacer”) o ponlo en tu agenda si es algo que se tiene que hacer en una fecha determinada. De lo contrario, simplemente bórralo o pulsa “archivar”. Haz lo mismo con los correos siguientes. Puedes procesar una docena de mensajes con este método en un par de minutos. Después de este proceso tu bandeja de entrada estará vacía otra vez.
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Filtra despiadadamente. Cada vez que recibes un email en tu bandeja de entrada que no necesitas realmente (notificaciones, boletines de noticias, publicidad, etc…) dedica 20 segundos a crear un filtro para que nunca vuelva a llegar a tu bandeja de entrada. Puedes ahorrar un montón de tiempo con este pequeño gesto.
Todo lo demás
Los pasos anteriores simplificarán mucho de lo que la mayoría de la gente hace. ¿Qué pasa con el resto? Algunos principios claves para simplificar:
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Reduce tus bandejas de entrada. Puede ser que tengas una gran cantidad de bandejas de entrada, por ejemplo varias direcciones de correo electrónico. Elimina todos los que puedas. Los demás combínalos: automatiza el reenvío para que todo llegue a una única bandeja de entrada (o dos). Ten el menor número posible.
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Reduce tus suscripciones. Revisa a qué blogs, foros, feeds… estás subscrito. Revista cuáles te interesan más y anula la suscripción de los demás. Ten el menor número posible de subscripciones. Recorta sin piedad. Si sigues a 150 blogs, córtalo a 10. Igual dejas de seguir este blog. Me da igual, lo importante es que simplifiques tu vida.
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Cero notificaciones. Desactiva todas las notificaciones o pon un filtro para que no aparezcan en tu bandeja de entrada. No necesitas recibir una notificación cada vez que alguien publica algo, o te sigue o comentan en tu blog.
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Déjalo ir. Probablemente habrá ciertas redes, herramientas, feeds… que te costará dejar ir. Eso es por nuestro miedo a la pérdida. Os aseguro, yo he dejado de lado muchas de ellas, y no se echa en falta nada. Vivirás. La Tierra seguirá girando sobre su eje. Respira y deja ir.
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Primero lo más importante. Antes de perderte por el agujero digital de las distracciones, haz lo que realmente sea importante para ti. Antes de consultar el correo electrónico y las redes sociales haz tus tres tareas más importantes del día. Busca espacios de libre distracción, y deja de lado la necesidad de revisar tus online-adicciones.
Seguramente hay otras partes de tu vida en Internet que no se ven simplificadas con lo que te he explicado aquí, pero creo en líneas generales puede funcionarle a la mayoría de la gente. No te pierdas la vida por la tecnología; reduce Internet.
Foto de Scott Swigart«Nacemos, vivimos un breve instante y morimos. Es algo que lleva sucediendo mucho tiempo. Y la tecnología no ha cambiado mucho eso, si es que acaso lo ha hecho. » -Steve Jobs