Vivimos en la era de las distracciones.
Nuestro mundo se ha convertido en una fuente constante de información, de ruido y de entretenimiento. Nuestros teléfonos móviles no viven sólo en nuestros bolsillos, también delante de nuestros ojos. La influencia de Internet y su constante flujo de información es accesible desde casi cualquier esquina de nuestro mundo. Noticias de última hora irrumpen en nuestro día a una velocidad vertiginosa. Y estamos sobresaturados de mensajes continuamente con anuncios en casi todos lados. Cada distracción entra en nuestra mente con un solo objetivo: ganar el control de nuestra atención y absorber nuestra energía.
Como resultado, vivimos vidas distraídas y nuestra capacidad de concentración, creatividad y escucha activa sufre significativamente. Puedo ver esto en mí misma, y en todo el mundo a mi alrededor: el uso constante de los ordenadores, el cambio entre las pestañas del navegador, revisar continuamente el teléfono móvil, escribiendo un mensaje aquí y allá … casi todos lo hacemos.
Pero no es una buena fórmula para hacer las cosas. Podemos sentirnos productivos cuando estamos constantemente cambiando entre cosas, constantemente haciendo algo, pero con toda honestidad, no lo estamos.
Sólo estamos distraídos.
Es cada vez más claro que las distracciones no van a desaparecer. En cambio, la responsabilidad es nuestra de vivir nuestras vidas enfocados y atentos en medio de un mundo de distracción. Este es mi objetivo, al menos.
Para vivir la vida con menos distracciones, esto es lo que funciona para mí:
-
Apagar las notificaciones del teléfono móvil. Nuestros teléfonos móviles se han convertido en muy poco tiempo en una de las mayores fuentes de distracción en nuestras vidas. Una persona promedio ahora comprueba su teléfono móvil 150 veces cada día (poco menos que cada 6 minutos). Para limitar la naturaleza de distracción del teléfono móvil, desactiva todas las notificaciones que no sean esenciales (correo electrónico, Facebook, Twitter, juegos, etc.) como un valor predeterminado. Así podrás ver tus aplicaciones en el horario que tú decidas en los momentos adecuados del día.
-
Revisar el correo electrónico sólo dos veces cada día. Cuando tenemos nuestro correo electrónico abierto todo el día, entregamos nuestra atención al mejor postor en lugar a lo que es realmente importante. Cuanto antes nos demos cuenta de esto, más pronto entendemos por qué el hábito de consultar el correo electrónico sólo dos veces / día te hace ser mucho más productivo.
-
Eliminar el desorden físico. El desorden innecesario es una forma importante de distracción visual. Considera esto: todo en nuestra vista capta sutilmente nuestra atención, al menos un poco. Y cuanto más quitamos, menor estrés visual y distracciones experimentamos. Despeja tu escritorio, las paredes, las superficies planas y tu casa de posesiones innecesarias. Te sorprenderás de tu nueva habilidad para enfocar.
-
Eliminar el desorden digital. Al igual que el desorden físico distrae nuestra atención, desorden digitales logra el mismo. Los iconos del escritorio, programas abiertos, y otras notificaciones visibles compiten por la atención sin previo aviso en nuestra mente. Observe los disparadores digitales que captan su atención. Y sin piedad eliminarlos.
-
Aceptar y acentuar tus ritmos personales. Descubre los ritmos de tu día para sacar el máximo provecho de ellos. Por ejemplo, yo hago mi mejor trabajo creativo a primera hora de la mañana, las siguientes horas las dedico al trabajo, y las tardes/noches las reservo para el entretenimiento, el descanso y el disfrutar con mis hijos, familia o amigos. Aceptar y comprender nuestros ritmos naturales durante el día nos motiva a eliminar las distracciones durante nuestras partes más productivas del día sabiendo que existe una oportunidad más tarde para complacerlas.
-
Tener una lista de tareas pendientes. Uno de los consejos más prácticos que he recibido acerca de mantener el foco es la solución sencilla de tener una lista de tareas pendientes práctica y actualizada. La oportunidad de escribir rápidamente la tarea permite que sea desechada rápidamente de tu mente, y liberarla así de pensamientos distractores.
-
Tomar conciencia. Obsérvate cuando estás cambiando tareas, estás enganchado a las redes sociales y otras distracciones. Detecta a tu mente corriendo de una cosa a otra. Si no eres consciente de tus hábitos, nunca los cambiarás. Esta toma de conciencia puede empezar un par de horas al día, durante días o semanas. Estáte atento a cuáles son tus principales distracciones.